Entre el mar y las montañas, L'Île-Rousse ofrece paisajes de una belleza notable. Entre sus tesoros naturales se encuentran las playas de arena blanca de Bodri y Lozari, las pintorescas calas y las formaciones rocosas únicas de la isla de Pietra. La ciudad misma es una joya histórica, con sus encantadoras calles, su animada plaza central y su colorido mercado. L'Île-Rousse se destaca por su encanto mediterráneo y su rico patrimonio cultural. La ciudad debe su nombre a las islas rocosas de granito rojo que emergen del mar y ofrecen un espectáculo natural impresionante al atardecer. El puerto de L'Île-Rousse, con sus muelles animados e instalaciones modernas, es una puerta de entrada ideal para descubrir la Balagne y sus alrededores. Ya sea para relajarse en las playas, explorar los senderos de montaña circundantes, o sumergirse en la historia y la cultura local, L'Île-Rousse es un destino esencial en Córcega.