Entre mar y montaña, Porto-Vecchio cuenta con lugares de excepcional belleza. Entre ellos, las playas de Palombaggia y Santa Giulia, el bosque del Ospedale o la ciudad alta con sus baluartes y murallas inscritos en el inventario de Monumentos Históricos. Al pie de la ciudadela, el puerto, resguardado en el fondo de un golfo de 9 km, es sin duda la puerta de entrada más bella. Puerto que data del siglo VI a.C., sin duda fundado o tomado por los griegos de Siracusa en el siglo VI a.C., que se encuentra en el emplazamiento del “Portus Syracusanus” romano. Actualmente tiene una capacidad de 350 plazas, de las cuales 150 para barcos de paso. Puede albergar embarcaciones de hasta 50 m de eslora y con un calado inferior a 4,5 m.